jueves, 21 de mayo de 2009



Sonríe, aunque te duela el corazón; sonríe aunque se esté rompiendo. Cuando haya nubes en el cielo, puedes estar mejor si sonríes a tu miedo y pena.

Sonríe y puede que mañana veas el Sol brillando por ti. Levanta tu rostro con felicidad. Esconde cada pista de tristeza. Aunque una lágrima esté muy cerca, ese es el momento en el que debes seguir intentándolo. Sonríe, ¿de qué sirve llorar? Descubrirás que la vida aún vale la pena si tan sólo sonríes.

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